Los seguidores de esta serie ya saben de lo que hablo... pero para los que aún no la han visto, ¡no saben lo que se están perdiendo!
Nancy Botwin una joven de clase media alta, que al quedarse viuda y con dos hijos, entra como de puntillas al negocio de la marihuana para mantener su status . Las cosas se van complicando, hasta convertirse en una bola de nieve que dura la friolera de cinco temporadas, y empezando la sexta, con escenas divertidas, personajes bizarros y situaciones desconcertantes.
Acompañan a la protagonista de la historia, como fieles escuderos, sus dos hijos y su cuñado, eternamente enamorado de ella. A la escena familiar se ha sumado un bebé, que como tal, aún no tiene protagonismo.
Silas, el hijo mayor, es aparentemente el más centrado del grupo, el que se da cuenta que las cosas no van bien en determinado momento... pero también es el más ingenuo.
Shaun, el segundo hijo es un niño demasiado profundo para su edad, lo que lo hace inestable y potencialmente peligroso dentro de su aparente fragilidad. Sus "scary eyes" como lo llamaron en algún capítulo, realmente dan escalofríos. En este punto, afirmo que este chico promete mucho como actor.
El cuñado, Andy, hermano del desaparecido marido de Nancy es irresponsable y descuidado, pero con un corazón que no le cabe en el pecho, y siempre dispuesto a darlo todo por su cuñada y sus sobrinos. Es un personaje que me parece entrañable.
Y Nancy... ay Nancy... es imposible describirla con dos o tres adjetivos, es muchas cosas a la vez (además de guapa), y una luchadora incansable.
En esta sexta temporada, la familia Botwin hará un intento por llevar una vida normal, escapando de todas las situaciones que han creado al meterse en el laberinto del tráfico de marihuana... pero mucho me temo que fracasarán en ese intento. Atentos a cómo se desarrollarán los acontecimientos.
Una serie digna de ver... y de conservar.
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